domingo, 6 de noviembre de 2011

Trinidad Flores y Héctor Laguna



En Empalme, la dirigencia municipal del PRI a cargo de Roberto Rangel Yta, que hasta ahora no ha mostrado traer mucho “en la bola”, simpatiza con la posibilidad de que Trinidad Flores Mendoza “El profe Trini”, se convierta en el próximo candidato tricolor a la Presidencia Municipal de Empalme.
Más todavía después de que el eterno y cuestionado dirigente del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros, Víctor Flores Morales, viniera a decirle que tiene todo su apoyo para llegar a lo que, al menos en las apariencias, se ha convertido en una obsesión para el mentor empalmense: ser alcalde del municipio.
“El Profe Trini” quiere ser presidente bajo las siglas del PRI, el partido al cual Ernesto Valdés llevó a la tumba en el proceso electoral de 2009, bajándolo hasta la tercera posición como fuerza política en Empalme.
Esa derrota se escribió por dos razones fundamentales: la primera, que el empresario transportista fue una aberrante imposición más de Eduardo Bours Castelo, y la otra, la inmensa corrupción que existió en la administración que encabezó Samuel Rodríguez Sánchez de la cual “El Profe Trini” formó parte. Jamás en la historia empalmense se incurrió en tantas irregularidades en el manejo financiero, en la que el ahora ex tesorero Alberto Bojórquez resultó de los más beneficiados. El reparto del botín estuvo a la orden del día durante esos tres años.
Luego entonces, las aspiraciones de “El Profe Trini”, con todo y que sean totalmente legítimas, se estrellan con la realidad que llevó al PRI a una de las más vergonzosas derrotas que ha sufrido. Tendría que remar contra una corriente que está más fuerte que nunca, por lo que de lograr la candidatura, al menos como está la situación ahora, podría llevar al tricolor a hundirse todavía más.
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Por el lado de Acción Nacional también “se cuecen habas”.
Trasciende el rumor sobre las diferencias que estarían dándose entre el alcalde Francisco Javier Caraveo Rincón y el diputado local Héctor Moisés Laguna Torres, derivadas de que éste último podría estar “perdiendo piso”, supuestamente porque tendría amarrada la candidatura para la presidencia del municipio, algo que a estas alturas parece empezar a diluirse.
En lo particular, me queda claro que la política de Caraveo Rincón lleva una línea firme: el trabajo honesto en la administración de las finanzas públicas. Javier dijo que quería ser alcalde para demostrarse y demostrar que sí se puede trabajar correctamente en beneficio de una comunidad, y hasta ahora lo ha comprobado. Y para prueba está la calificación del ISAF.
Desde un principio se habló sobre el entendimiento entre el hoy munícipe y el primer legislador empalmense, pero la tarea de Héctor paulatinamente ha venido a menos, de tal forma que ya hay algunos sectores que empiezan a ver con ojos diferentes la posibilidad de que llegue a la alcaldía. Sin embargo, el diputado ha desdeñado las opiniones que se le hacen en ese sentido, y asume una actitud hasta cierto punto arrogante. A partir de ahí, se presentan algunas fisuras en esa relación.
Más todavía: Desde hace meses se manejan tres nombres de posibles candidatos a la alcaldía: el del propio Laguna Torres, de Marcial Bazúa Vizcarra y del actual tesorero Jesús Arturo Limón Velázquez, quien por cierto ha sido un pilar importante en la buena imagen que hoy tiene la administración de Caraveo Rincón.
Alguien del grupo cercano a Laguna Torres soltó el rumor de que se había negociado ya con Limón Velázquez para que declinara a sus presuntas aspiraciones a ser candidato, ofreciéndole quedarse en la Tesorería del Municipio, pero dejarle las puertas abiertas a Héctor Moisés para llegar tranquilamente a la postulación panista y, según él, ganar muy fácilmente el acceso al gobierno municipal.
En una ocasión Arturo Limón me lo dijo claramente, que a él no le interesa meterse en “grillas” estériles cuando hay tanto compromiso en el quehacer público. Creo que los resultados hablan más que mil palabras. Arturo está dedicado a cumplir con la encomienda que le dio Caraveo Rincón para manejar bien los recursos municipales.
Si el diputado continúa con esa línea de desdén, arrogancia e intentos de deslumbrar a gente ajena a su distrito, podría estar caminando por el rumbo equivocado.