lunes, 1 de abril de 2013

San Carlos… cada vez peor


Aún sin tener a la mano los resultados oficiales de la recién concluida Semana Santa, podemos hacer un breve repaso de las grandes diferencias que existen entre los periodos similares anteriores a los actuales, y vaya que son abismales. Ir a San Carlos en estos días de asueto ya no resulta tan atractivo como hace todavía unos diez años atrás.
En puntos turísticos del territorio nacional, es tradicional que en fechas de vacaciones, cientos y hasta millares de personas hacen viaje ex profeso, tanto mexicanos como extranjeros, para disfrutar a plenitud del descanso. El comercio por lo general termina beneficiado ante las divisas que llegan. Se aprovecha muy bien el espacio en que la gente llega a esos lugares a gastar lo que lleva… en Guaymas no.
El Tri de Alex Lora, OV7, Grupo Coda, Enanitos Verdes, hasta el mismo Ricky Martin cuando empezaba a repuntar y muchos otros artistas en su momento de primerísimo nivel, lograron atraer a miles de visitantes de diversos puntos del Noroeste del país a la región de San Carlos en los días de Semana Santa. Era impresionante la cantidad de gente que se acumulaba esos días. Las estadísticas llegaron a anotar hasta 200 mil visitantes o más en días como esos.
Sin embargo, todo empezó a cambiar.
Acostumbrado el empresario local a atender al turismo senil (dicho con el respeto que el término me lo permita), nunca aprendieron a capitalizar el tesoro natural del cual son literalmente propietarios. A partir de los intentos furiosos de privatizar las playas y de exigir la desaparición de los eventos masivos en Semana Mayor, San Carlos empezó a perder atractivo. Hoy en día, el visitante, tanto regional como estatal, y en mínima parte nacional y extranjero, sigue asistiendo porque el sitio en sí representa un atractivo natural, pero igual podría ser cualquier otra playa de las muchas que tenemos aquí. Ya no es la misma.
Y la perspectiva aún es peor.
Ayer al mediodía, un grupo de personas intentaban meter su yate al mar para dar un paseo o quizá pescar un rato. La baja marea impidió hacerlo por las rampas naturales e intentaron hacerlo desde la Marina Real. La respuesta fue contundente: está cerrada, los únicos que pueden entrar son los residentes de San Carlos… nada más. Ni la posibilidad de haber venido desde Hermosillo, Nogales o Arizona cambió las cosas. Ahí nomás “truenan los chicharrones” de los dueños de San Carlos.
No dudo que el Mirador Escénico sea el siguiente objetivo. Ya lo verán.
La también llamada “industria sin chimeneas” se mantiene sin avance desde hace ya varios años. Pareciera que el empresario se acostumbró a ganar siete pesos más en períodos como estos y no quiere que San Carlos repunte como polo turístico. Y pasan por alto que su insistencia en no permitir un mejor avance podría, en un futuro quizá no lejano, llevar a la catástrofe a un área que ha sido considera como rica en bellezas naturales, inclusive más que en los puntos de principal atractivo en el país, como Acapulco o Cancún.
Son días en que la derrama económica podría ser superior, y reactivar un poco la situación en la que se encuentra la región. El “turismo de mochila” también genera recursos, pero al  negarse a canalizarlo debidamente, irá alejando cada vez más a los vacacionistas en tiempos como éstos.
Es una lástima.